Así o más complicado...

Porque será que los seres humanos tenemos esa tendencia a gustarnos lo opuesto y lo complejo, complicarnos la vida simplemente por la adrenalina que nos provoca. Que fácil sería simplemente salir con personas que tengan gustos afines a los tuyos o que su personalidad pudiera convivir o tolerar la tuya.

Hagamos unas cuantas combinaciones a ver si no los confundo, tenemos a la niña buena, la niña mal, el chico bueno y el chico malo:

Normalmente la niña buena se enamora del chico malo y el chico bueno de la niña mal, porque ya nos lo dice la física polos opuestos se atraen. Entonces llega el dia en que un chico bueno se enamora de la niña bien que si recuerdan, ella ya se enamoró del chico malo dando paso a una serie de sufrimientos, encuentros y desencuentros. El chico bueno sufre al ver a la que supone es el amor de su vida, llorar dos dias si y tres no por la forma en que el chico malo la trata, sin tener el valor de dejarlo, porque lo quiere tanto que prefiere eso a estar sin él (así o más cursis). El chico bueno lo único que puede hacer es observar de lejos y hacerse presente de vez en vez con un detalle, continuar con su vida y buscar en otra chica la manera de ser feliz hasta donde se pueda.

El chico bueno que se fija en la niña mal sufre porque sólo le sirve a ella de entretenimiento momentáneo hasta que encuentre a su pareja de maldades, entonces a la menor provocación manda a volar al pobre chico bueno para divertirse con el chico malo. Aunque este chico malo ya tiene a su lado a la niña buena que le soporta todo y lo ama incondicionalmente por lo que él no la piensa dejar, es que a final de cuentas la niña mal no le da la estabilidad emocional, ni los apapachos que de vez en cuando necesita luego de divertirse. Así que el chico bueno, pues a seguir buscando la manera de llenar su vida con otro tipo de acción porque la niña mal no creo que cambie pronto.

De la niña bien ya escribí mucho, abnegada mujer enamorada que se dice a sí misma aceptar a su chico malo como es porque esa es su naturaleza, no podría portarse mal con él, ni mandarlo a volar. Las princesas aceptan a sus príncipes-sapos porque así dicen los cuentos, no creo que sea porque no pueden matar ellas mismas al dragón.

El chico mal, cuando se de cuenta que puede perder todos los privilegios que tiene con su niña bien y que su niña mal dificilmente le consentirá, le bajará a su loco ritmo de vida por un rato hasta calmar las cosas lo suficiente como para poder salir confiadamente otra vez con la misma niña mal o alguna otra.

La niña mal sufrirá porque sin pensarlo terminó enamorándose del chico malo, le armará drama tras drama y se preguntará que es lo que le hace falta para que la escojan a ella. Eventualmente lo tendra que superar y escoger un niño bueno que la soporte, que sea capaz de brindarle lo que ella ahora crea necesitar aunque se la pase añorando tiempos mejores (o seguir de chico malo en chico malo).

Claro que todo esto son simples observaciones mías, no siempre se cumplen pero de que existen no tengan duda. Conozco a varios ;-).

Beso, buenas noches.

Atte. La Sirenita.