Todo este rollo de festejo o no festejo, que si la crisis, que si las inundaciones, que si el narco, que si la inseguridad, etc. me hizo interesarme más en nuestra historia, en la editorial de una revista leía que no todos podemos sentirnos descendientes de Moctezuma o Cuauhtémoc, que descendemos de muchas culturas diferentes, somos mezcla de muchos genes y por lo mismo de muchas creencias. Que la revolución no fue tal, que fueron sólo un montón de peleas por el poder donde se traicionaban y mataban entre líderes por ocupar la silla presidencial.
Ahora más que nunca está vigente la frase que te haga Justicia la Revolución, cuantos mexicanos pasaron sin ver la noche del bicentenario y sus respectivos festejos, para cuantos millones fue un día como cualquier otro, en el que sufrieron para ganarse un dinero que llevar a sus hogares, para comida, medicina, ropa, zapatos, y así como viven ajenos al bicentenario y centenario, viven ajenos a los chismes de los politicos región 16 que tenemos en este momento, personajes que sólo se la viven pendientes de los movimientos de los otros para que no les ganen el brinco en las siguientes elecciones.
Creen que a esos mexicanos les importa un comino si AMLO se hace llamar presidente legítimo y que lucha contra quien el llama espurio, creen que están pensando en reclamar a los diputados priístas el haberse regalado iPads o que quieran saber en que van los romances César Nava - PatyLu y Peña Nieto - Gaviota, obviamente no, los ignoran, como esos políticos ignoran también que su lucha no debe ser por el poder y por seguir viviendo del erario público y los impuestos, un verdadero político debe tener siempre presente el bien de la gente a la que representa, debe saber ser líder y hoy en día a mi parecer, no hay quien pueda dirigir este país a una situación mejor.
Ojalá hoy tuvieramos un Morelos, alguien tan humilde y sencillo que declinara el poder por el bien de su pueblo, alguien que prefirió ser llamado Siervo de la Nación antes que Alteza, un ejemplo para ese montón de ladrones de alto rango que sólo llegan a sus curules a dormir y eso si van, a la bola de vendepatrias que no son capaz de donar media quincena para la gente en desgracia por la pobreza extrema, discriminación, falta de atención médica, falta de educación y peor aún, ahora que los huracanes parecen haberse ensañado con esta tierra por la que nuestros próceres entregaron su vida.
Yo vi los festejos por televisión y me dió gusto recordar nuestra historia y aprender cosas que no sabía, me gustó lo que ví, amo a mi país porque aquí nací, porque tiene gente valiosa, porque como el controvertido coloso del zócalo somos un gigante que debe levantarse.
Besos a todos y hagamos lo posible por cuidar esta tierra que nos ha visto nacer.